Por Vic van Vuuren, Presidente del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria (UNTFSSE) y Director del Departamento de Empresas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta la Economía Social y Solidaria (ESS) es el de pasar de ser un actor «nicho» a la hora de afrontar los retos globales a ser un verdadero motor clave y «transversal» frente a los grandes desafíos sociales, medioambientales y económicos actuales. Aunque no se menciona en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la ESS desempeña un papel importante en su consecución.
En el balance global no cabe duda de que la ESS ha desempeñado en el pasado, y sigue desempeñando, un papel cada vez más importante para abordar los retos mundiales, que se están viendo agravados por la pandemia de COVID-19.
No es necesario hacer más análisis: el mundo tiene un enorme déficit social, unos retos medioambientales igualmente enormes y una falta de crecimiento económico adecuado, cuya combinación está impidiendo la consecución de los ODS y, sobre todo, está causando continuos sufrimientos y penurias humanas.
Para avanzar mejor y abordar estas tres áreas, el mundo pide a gritos un enfoque centrado en el ser humano y en el planeta. Así que empecemos a nivel global. Tenemos un gran plan global en forma de ODS. Podemos marcar esta casilla. Es en el siguiente nivel de implementación donde encontramos una actuación inconsistente e inadecuada. Está claro que no hay una varita mágica que pueda utilizarse para resolver todos estos retos mundiales, pero reconocer dónde están las soluciones y basarse en ellas sería una buena fórmula para avanzar. Los líderes mundiales mantienen un debate continuo y muchos planes de acción se están aprobando y están en proceso de aplicación, pero desgraciadamente no es suficiente. Por ejemplo, la COP26 sobre el cambio climático que se está celebrando estos días en Glasgow.
Se preguntarán qué tiene que ver esto con la ESS. Bueno, la ESS, con sus objetivos, sus miembros y sus valores, es uno de los vehículos que está bien situado para abordar los desafíos globales de una manera eficaz y centrada en el ser humano y el planeta. Sin embargo, me aventuro a decir que la ESS es uno de los secretos mejor guardados del mundo. Como se ha dicho inicialmente, la ESS está desempeñando un papel vital en muchas economías, pero al mismo tiempo tenemos que reconocer que la ESS está impactando muy por debajo de sus posibilidades. En muchos países tenemos que pasar de una plataforma de ESS impulsada por la necesidad y la supervivencia, a otra impulsada por la oportunidad.
Hay una serie de componentes clave que deben abordarse para que la ESS aumente su presencia y su impacto positivo. En este sentido, tenemos que dar un paso atrás y adoptar una visión a largo plazo, con el fin de garantizar una base sólida desde la que avanzar. Esto puede llevar algún tiempo, pero tenemos que reconocer que faltan algunos de los componentes clave. En primer lugar, personalmente apoyo a los gobiernos que están promoviendo una resolución de la ONU sobre la ESS. Este reconocimiento y entendimiento común del papel de la ESS es una parte importante de un plan estratégico global y el reconocimiento del papel que la ESS desempeña en la consecución de los ODS.
A continuación, tenemos que acordar una definición común de la ESS para que todos toquemos la misma partitura. Esto es algo que debería haberse hecho hace mucho tiempo, y ahora ha surgido una nueva oportunidad, en la próxima Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, en junio de 2022, donde habrá un debate general sobre la «ESS para un futuro del trabajo centrado en el ser humano».
Con una resolución de la ONU sobre la ESS y una definición acordada, el siguiente paso será incorporar la ESS en las estrategias nacionales, donde puede desempeñar un papel clave en la consecución de los objetivos nacionales en consonancia con los ODS y un desarrollo inclusivo y sostenible. Hay países que ya han integrado la ESS en las estrategias nacionales, pero son pocos y suelen estar en un solo continente.
Durante los últimos dos años, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria (UNTFSSE) ha centrado sus tareas en algunas áreas clave. Estas áreas incluyen la creación de un Centro de Conocimiento (Knowledge Hub) de la ESS para los ODS, el desarrollo del programa de la ESS por los ODS (SSE for SDGs), la realización de un análisis de las deficiencias en la educación sobre la ESS a nivel mundial y el apoyo a los esfuerzos de los gobiernos hacia una resolución de la ONU sobre la ESS. En particular, hemos estado trabajando en tres aspectos principales: dar más visibilidad a la ESS, promover la concienciación y el conocimiento sobre la ESS y coordinar las acciones que los más de 30 miembros y observadores de la UNTFSSE llevan a cabo.
El programa ‘SSE for SDGs’, mencionado anteriormente, ayudará a los países, especialmente a los países en desarrollo, a integrar la SSE en las políticas y estrategias nacionales. Actualmente estamos buscando socios que se unan a nosotros para ofrecer esta valiosa herramienta. Parte de este despliegue incluye la creación de un entorno propicio muy necesario. La falta de éste ha sido puesta de manifiesto por numerosas empresas y ecosistemas de la ESS, que no se han beneficiado de los paquetes nacionales de rescate durante la pandemia de COVID-19 por no cumplir con la definición o los criterios de calificación.
Por otra parte, el ‘Knowledge Hub’ es una plataforma en línea gratuita y de libre acceso que funciona como repositorio de los resultados de investigación y del conjunto de conocimientos sobre la ESS como medio de aplicación de los ODS. La producción de conocimiento y la creación de conciencia son cruciales para la integración de la ESS, así como el intercambio de experiencias y el aprendizaje mutuo sobre la ESS a nivel internacional y entre los distintos países. Muchos miembros y observadores de la UNTFSSE dedican esfuerzos en esta dirección. El CIRIEC ha liderado el camino, produciendo investigaciones y difundiendo los resultados a través de eventos y conferencias.
Sin embargo, la sensibilización no es suficiente. Desde 2010, la OIT ha invertido, en estrecha colaboración con el Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín, en la organización de once Academias de Economía Social y Solidaria, que han reunido a más de 1.000 académicos, profesionales, responsables políticos y representantes de los interlocutores sociales de todos los continentes. La próxima Academia de ESS «Reconstruir mejor: el papel de la Economía Social y Solidaria en una recuperación centrada en las personas y sensible al planeta», será coorganizada con la Cooperativa António Sérgio para la Economía Social (CASES) y el gobierno de Portugal. El CIRIEC también contribuye a hacerla posible, a través de su red de expertos que participarán en el evento.
Es importante que recordemos continuamente también que el proceso es tan importante como el contenido y, en este sentido, tenemos que asumir la responsabilidad a nivel mundial de lograr una imagen de marca mucho mejor para la ESS. El conocimiento de la ESS a nivel mundial es escaso y con los increíbles medios de comunicación social a nuestro alcance, no debería ser difícil aumentar este conocimiento. Sin embargo, el mayor reto sigue siendo la educación sobre la ESS. Muy pocos jóvenes salen de los sistemas educativos con algún conocimiento de la ESS. Este componente tendrá que ser captado en los debates nacionales y corregido en los sistemas educativos. Sólo cuando esto esté en marcha, veremos que la ESS podrá ampliarse hasta el nivel en el que pueda decirse que ocupa su legítimo y merecido espacio en la plataforma global.