Se ha publicado el 6º Informe sobre Finanzas Éticas en Europa. La investigación, realizada por Fondazione Finanza Etica, Fundación Finanzas Éticas y FEBEA, promueve las finanzas éticas como transformadoras del panorama financiero, destacando la importancia de su integridad para la credibilidad y el éxito.
El 6º Informe destaca el desafío de mantener principios éticos en operaciones financieras diarias, especialmente ante el “predominio del blanqueo ecológico y social”, según afirma Teresa Masciopinto, presidenta de la Fondazione Finanza Etica. Aunque muchos bancos se declaran a favor de la sostenibilidad, a menudo hay una brecha entre sus compromisos y las acciones que después ejecutan. En contraste, los bancos éticos priorizan transparencia y participación, alineando principios éticos con prácticas operativas.
Al igual que en ediciones anteriores, el Informe tiene como objetivo comparar la rentabilidad, adecuación y desempeño financiero de los bancos éticos europeos respecto a los bancos convencionales “más significativos” de Europa, supervisados directamente por el Banco Central Europeo (BCE). Para ello se han examinado 22 bancos éticos europeos, miembros de la Global Alliance for Banking Values (GABV) y de la Federación de Banca Ética y Alternativa (FEBEA). Igualmente, se han utilizado datos de 60 de los principales bancos convencionales europeos.
El análisis también va más allá de una mera evaluación de la rentabilidad. Tiene como objetivo comprender cómo funcionan los bancos éticos (que priorizan los criterios sociales y medioambientales por encima de los beneficios) y su encaje en el sistema bancario europeo. El período examinado abarca 10 años, desde 2012 hasta 2021, una época en sus últimos años fuertemente influenciada por la pandemia Covid-19, como ya se analizó en el 5º Informe.
Según los principales resultados del Informe, los bancos éticos superaron a los convencionales en rentabilidad (ROE y ROA) durante prácticamente todo el período. Priorizan actividades bancarias tradicionales, manteniendo una sólida capitalización y estabilidad en la relación préstamo-depósito.
En la cuestión medioambiental y del cambio climático los bancos éticos adoptan enfoques integrales y metas basadas en la evidencia científica, mientras los convencionales se enfrentan duras críticas por financiar combustibles fósiles y usar métricas cuestionables.
En resumen, los bancos éticos han demostrado consistencia en principios éticos, rentabilidad y acción climática, marcando diferencias significativas con la banca convencional. Anna Fasano, presidenta de Banca Etica, concluye: “Las finanzas éticas están rediseñando el panorama financiero. En esa labor de redefinición del sistema nos ayudan las instituciones europeas socias de las finanzas éticas, así como otros agentes de interés y aliados. Avanzar en las finanzas éticas requiere del respaldo normativo. Nuestro objetivo es ser un referente de confianza”.