Por Timothée Duverger,
director de la Cátedra TerrESS de Sciences Po Bordeaux,
investigador del Centro Émile Durkheim y presidente del Consejo Asesor de CIRIEC-Francia
En 1975, cuando el informe del Club de Roma acababa de alertar sobre los límites del crecimiento, el escritor estadounidense Ernest Callenbach publicó ‘Ecotopía’, una utopía ecológica en la que imaginaba una sociedad regida por los principios de “lo pequeño es hermoso”. La escena se sitúa veinte años después de la secesión de tres estados de la costa oeste de Estados Unidos: California, Oregón y el estado de Washington. Un periodista del Time-Post viaja hasta allí para romper con el aislacionismo estadounidense y observar los experimentos sociales que allí se llevaban a cabo. Descubre modelos basados en la descentralización y la propiedad de los trabajadores. La mayoría de las granjas, fábricas y tiendas se han transformado en cooperativas. Los inversores exteriores están prohibidos y sólo el sistema bancario nacional puede conceder préstamos. El tamaño de las empresas se limita a 300 trabajadores.
En esta utopía, la transición ecológica forma parte de un proyecto de democracia económica, que a su vez se apoya en la Economía Social y Solidaria (ESS). Volvemos aquí a una de las fuertes intuiciones de Karl Polanyi, según la cual la reintegración de la economía en la sociedad debe pasar por la desmercantilización del trabajo y de la naturaleza. Aunque su contribución teórica se ha reducido a menudo a legitimar la intervención del Estado, no debemos pasar por alto el papel que él veía que desempeñaba la sociedad civil en la nueva normativa. Por supuesto, pensaba ante todo en los sindicatos, pero también tenía una visión del socialismo autogestionario, cuyo marco es la ESS.
La ESS está a la vanguardia de la transición socioecológica, como reconoce la reciente adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas de una resolución sobre su contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este texto hace especial hincapié en su papel en la adaptación de estos objetivos a escala local. En otras palabras, la ESS propone reintegrar la economía en el territorio.
Pero para cambiar el régimen socioeconómico, la ESS debe desarrollar sus propias sinergias entre producción, consumo, distribución, crédito y seguros. Sólo entonces alcanzará la masa crítica necesaria para imponer un enfoque cooperativo de coordinación de la economía. Sin embargo, esta estrategia de transformación no funcionará sin intervención política. La erosión del capitalismo implica articular los niveles meso y macro, es decir, una coalición entre los experimentos de ESS y la acción pública para poner en marcha un desarrollo económico y social sostenible.
Medio siglo después del informe del Club de Roma, que pedía la invención de un modelo de desarrollo diferente, la ESS se perfila por fin como un candidato creíble a los ojos de las instituciones internacionales. La utopía verde de ayer podría convertirse en la realidad de mañana. La investigación será crucial si queremos construir el nuevo paradigma que necesitamos en esta perspectiva transformadora.
Por eso hemos decidido dedicar la 10ª edición del Congreso internacional de investigación sobre Economía Social del CIRIEC al “papel de la ESS en la transición socioecológica”. Tendremos la oportunidad de debatir sobre estadísticas, sectores ecológicos y energéticos, ecosistemas, innovaciones, financiación, educación y ciudadanía, trabajo digno, lucha contra la pobreza, agroalimentación, bienes comunes e interseccionalidad. Estas son sólo algunas de las cuestiones a las que la ESS da respuesta.
Este congreso se celebrará en Burdeos del 27 al 29 de octubre de 2025 y precederá al Foro Global de la ESS, que tendrá lugar la misma semana y durante el cual haremos balance de los dos primeros años de aplicación de la resolución de las Naciones Unidas, y presentaremos nuevas propuestas. Será una ocasión única para cruzar investigaciones y prácticas con el fin de lograr una transición ecológica y social. ¡Contamos con su participación!