Dieciocho países de la Unión Europea (UE) han firmado la Declaración de Toledo sobre Economía Social, que se sustenta en siete ejes destinados a promover este modelo de desarrollo, que contribuirá a salir de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. La firma tuvo lugar el pasado 4 de diciembre en la reunión de alto nivel sobre Economía Social en la Unión Europea, que bajo el lema de ‘La Economía Social para una recuperación inclusiva, sostenible y justa’ se celebró en Toledo (España), capital europea de la Economía Social 2020.
El encuentro congregó a Gobiernos de la Unión Europea, a Altos Cargos de la Comisión Europea y de organismos internacionales como el comisario de Empleo de la Comisión Europea, Nicolas Schmit; el director general de la OIT, Guy Ryder, y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. También participaron representantes gubernamentales de Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Eslovaquia, España, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Luxemburgo, Portugal y Rumania. El acto fue inaugurado por la ministra de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España, Yolanda Díaz; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón.
Los representantes gubernamentales y del sector de la economía social celebraron que se haya ampliado de once a dieciocho los países europeos comprometidos con la Economía Social. Con la firma de la Declaración de Toledo, dichos países se comprometen a aumentar la visibilidad y el reconocimiento de la economía social a través de políticas y acciones concretas, en colaboración con las personas y entidades que la componen.
La Declaración urge además a fomentar el emprendimiento colectivo entre los jóvenes y colectivos vulnerables, así como a propulsar la investigación científica y la educación en economía social y solidaria en todos los niveles formativos.
Se promoverá el modelo de desarrollo económico, social y medioambiental que encarna la economía social y solidaria, apoyando la generación de ecosistemas favorables a la economía social y propiciando las sinergias entre Administraciones públicas y agentes del sector.
Los países firmantes se comprometen también a garantizar el soporte financiero necesario para la consolidación de una “economía social viable y sostenible”, urgiendo a la utilización de fondos europeos en el marco financiero plurianual 2021-2027 y de los fondos de recuperación.
Proponen, por último, reforzar el reconocimiento de la economía social “como agente esencial para una recuperación sostenible, igualitaria y justa de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus; contribuir a la difusión internacional de este modelo social y solidario promoviendo intercambios de experiencias, y generar mecanismos de cooperación y diálogo de alto nivel para coordinar las acciones de apoyo a la economía social y solidaria”.
La economía de la gente
Durante la reunión, el comisario de Empleo y Derechos Sociales de la UE, Nicolas Schmit, resaltó que la economía social es aquella en la que todos los interlocutores son importantes. “Es la economía de la gente”, aseguró.
“En esta crisis de la covid-19”, continuó Schmit, “muchos han perdido su trabajo y la economía social puede aportar soluciones muy positivas. Nos enseña cuántos proyectos se están haciendo para crear puestos de trabajo, pero también cómo se está atendiendo a la gente y creando posibilidades para los jóvenes y las personas con discapacidad”.
Schmit recordó también el compromiso de la Comisión Europea con la promoción de la Economía Social y con una “transición digital y verde que sea justa para atenuar las consecuencias dramáticas de la Covid-19 en la economía”. En este compromiso se enmarca la petición de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, de elaborar un Plan de Acción para impulsar la Economía Social, para conseguir “un futuro sostenible”.
El comisario europeo destacó también cómo la economía social y solidaria ofrece la posibilidad de que las personas afectadas por la crisis se puedan reintegrar con dignidad a la sociedad. “Necesitamos emprendedores dispuestos a llevar a cabo este plan de acción”, insistió Nicolas Schmit.
Presidencia portuguesa del Comité de Luxemburgo
Por su parte, el secretario de Estado portugués de Seguridad Social, Gabriel Bastos, recogió el testigo de Toledo en la capitalidad de la Economía Social, con el “firme compromiso de continuar el gran trabajo de España” en el campo de la economía social y el propósito de llevar la solidaridad al centro de las políticas públicas para no dejar a nadie atrás, según afirmó.
Bastos anunció que el diálogo por una Europa social será el eje vertebrador de la presidencia portuguesa del Comité de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo, y anunció la celebración en los meses de marzo, en una ciudad aún por designar, y mayo, en la ciudad de Oporto, de encuentros internacionales en torno a la Economía Social y su papel en la transformación hacia la Europa inclusiva y justa.