La Unión Europea enfrenta un momento clave en la planificación de su futuro presupuestario, en el que se discuten posibles recortes a programas esenciales de inversión social. En este contexto, 133 organizaciones europeas y nacionales, entre las que están ‘Social Economy Europe’ y ‘Social Platform’, han firmado el documento ‘Es hora de ser ambiciosos: La UE necesita un Fondo Social fuerte para cumplir sus compromisos’. En dicho documento advierten que la reducción o fusión de fondos destinados a la integración laboral, la formación y la inclusión social podría poner en riesgo los compromisos sociales de la UE y afectar negativamente a millones de ciudadanos.
El Parlamento Europeo ya expresó su respaldo a la necesidad de mantener un Fondo Social Europeo (FSE+) independiente y con mayores recursos. El comunicado recuerda que este fondo ha sido clave en la lucha contra la desigualdad, y en el impulso a la innovación social y el empleo, fortaleciendo la competitividad del mercado único europeo. Su impacto ha sido crucial en la cohesión territorial, garantizando oportunidades para las regiones más desfavorecidas y grupos en riesgo de exclusión.
El documento advierte que actualmente 94,6 millones de personas en Europa están en riesgo de pobreza o exclusión social, incluyendo uno de cada cuatro niños. Organizaciones de la sociedad civil han alertado sobre el aumento de la pobreza extrema y la creciente necesidad de asistencia para alimentos y servicios básicos, como vivienda y energía. La situación se ha visto agravada por la inflación, la crisis energética y el impacto económico de conflictos, lo que hace aún más urgente la necesidad de reforzar las redes de apoyo social en la UE.
En este contexto, la economía social europea insta a la UE a priorizar las inversiones sociales en su próximo presupuesto. Proponen aumentar la financiación del FSE+, y asegurar la cooperación entre gobiernos locales, organizaciones sociales y el sector económico. Además, piden que se mantenga el principio de asociación, que asegura una gestión descentralizada y adaptada a las necesidades de cada territorio.
Más concretamente, las medidas que propone el comunicado que se deberían incluir en un presupuesto de la UE a largo plazo son:
Un Fondo Social Europeo autónomo reforzado, con más fondos, no menos. Financiación específica para formación y empleo, medidas de inclusión social y lucha contra la pobreza infantil, incluida la atención a las necesidades básicas en todos los programas clave.
Un principio de asociación sólido, que garantice la cooperación entre las autoridades públicas, las organizaciones locales, los interlocutores sociales, la economía social y la sociedad civil, bien adaptado a las necesidades locales y regionales, para maximizar el impacto y la eficacia. Esto debería incluir programas de desarrollo de capacidades.
Medidas que impulsen el empleo de calidad y reformas sociales, que contribuyan a mejorar los sistemas de bienestar, la asistencia, la formación y los servicios de apoyo, empoderando a las personas en riesgo de pobreza y exclusión social. Esto significa mantener las actuales condiciones favorables, que vinculan la elegibilidad para la financiación a la accesibilidad, la inclusión y la protección de los derechos fundamentales y sociales.
“El futuro de Europa depende de políticas inclusivas y sostenibles. Un Fondo Social Europeo más fuerte no solo reducirá desigualdades, sino que también impulsará la innovación, la productividad y la competitividad global de la región”, afirma el comunicado, que concluye: “La decisión final sobre el presupuesto marcará el rumbo de la UE en su lucha contra la exclusión y determinará si realmente está comprometida con la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todos”.