La XI edición del Congreso de los Agricultores Europeos tuvo lugar del pasado 23 al 25 de octubre en Bucarest, un punto de encuentro en el que alrededor de 400 participantes y ponentes trataron de aportar propuestas hacia un futuro más sostenible y competitivo para la próxima legislatura europea, abordando el desarrollo de sinergias para que todos los sectores representantes -agrario, ganadero y agropecuario-, puedan sostener sus competencias frente a los retos a los que se enfrenta la comunidad de agricultores.
El Congreso, organizado por COPA COGECA, con el apoyo de la Alianza Rumana para la Agricultura y la Cooperación (AAC), afianzó la fortaleza del sector, y sirvió de plataforma para aportar nuevas ideas que reconduzcan la nueva legislatura política en la UE.
Entre los retos se identificaron los económicos, climáticos y sociales, además de la inestabilidad geopolítica, los recientes fenómenos meteorológicos extremos, la competencia desleal, los elevados costes de los insumos, la falta de una remuneración justa para los agricultores y una carga administrativa en aumento.
Acto institucional de inauguración
En el acto inaugural participaron el actual presidente del Consejo de Agricultura y Pesca y ministro de Agricultura húngaro, István Nagy, y el ministro de Agricultura rumano, Florin-Ionuț Barbu, que destacaron la necesidad urgente de que los gobiernos europeos “aúnen esfuerzos y se impliquen para ofrecer un futuro viable” para el sector, de forma que “logre ser competitivo, que goce de una buena capacidad de recuperación y en el cual los intereses de los agricultores y ganaderos se encuentren en el centro mismo de las políticas agrícolas”.
Por su parte, el presidente de COGECA, Lennart Nilsson, aseguró que los días de congreso ayudaron a entablar “debates apasionantes que han abarcado temas estratégicos como el fomento de la cooperación, el impulso de la innovación, la adopción de la bioeconomía y la creación de una Iniciativa de Resiliencia Hídrica bien financiada”, y continuó dando valor a “las contribuciones de los miembros de COPA y de COGECA sobre estos temas, que han sido y son esenciales de cara a poder forjar nuestra propia visión del futuro de una agricultura comunitaria, anclada en la realidad sobre el terreno”.
Otro de los puntos destacados del encuentro giró alrededor del marco de la gobernanza de las políticas agroalimentarias y rurales a nivel de la UE, sobre el que los representantes de las principales entidades e instituciones presentes en el Congreso coincidieron que debe garantizarse la previsibilidad, limitarse la carga administrativa innecesaria y preverse la realización de evaluaciones de impacto exhaustivas.
Durante la clausura del evento, el presidente de COPA, Massimiliano Giansanti, hizo una reflexión sobre los principales aspectos debatidos, y consideró que “al salir los agricultores y ganaderos a la calle a manifestarse en los últimos meses, ha quedado patente lo vulnerable que es nuestra comunidad ante los efectos acumulativos de las políticas, las condiciones del mercado y los acontecimientos geopolíticos”.
“Es primordial que las instituciones de la Unión Europea vuelvan a ganarse la confianza de los productores agropecuarios y, para ello, hacen falta medidas coherentes. Así pues, para demostrar el interés de dichas instituciones, ha de dotarse a la PAC de un mayor presupuesto específicamente para el periodo después de 2027, con más coherencia en la esfera comercial, que, dicho sea de paso, supone evitar todo avance en cuanto al acuerdo con el Mercosur en su formato actual. Asimismo, en lo referente a la cadena de suministro alimentario, se necesitan acciones encaminadas a incrementar la remuneración de los agricultores”, aclaró.
Para Giansanti, las instituciones agrarias europeas son y deben ser protagonistas de un nuevo acuerdo de competitividad en el centro del proyecto europeo, “garantizando ingresos justos, así como productividad e innovación en nuestra trayectoria hacia la transición verde”.